La Universidad de la República (UdelaR) atraviesa una coyuntura institucional cargada de contradicciones, en la que conviven expansión, precariedad y transformación. En la última década, su matrícula creció exponencialmente, al tiempo que se diversificaron los perfiles estudiantiles y se consolidó el desarrollo territorial a través de la descentralización. Sin embargo, mientras todo esto sucedía, el presupuesto prácticamente se estancó.
Este escenario genera un doble efecto: por un lado, una universidad masiva y socialmente accesible; por otro, una estructura edilicia, administrativa y docente tensionada hasta el límite.
FADU no es ajena a esta realidad. Aunque se la perciba como una facultad “en buenas condiciones” enfrenta un crecimiento sostenido del estudiantado, una creciente diversificación disciplinar, una desigualdad presupuestal interna y la ausencia de llamados a cargos docentes y TAS. Todo esto ha llevado a una situación de saturación: salones, talleres y laboratorios insuficientes o inadecuados; áreas de trabajo compartidas sin planificación; servicios de apoyo desbordados; personal TAS y docente con sobrecarga de tareas y sin mejora salarial; y una carencia estructural de espacios de encuentro, descanso y trabajo colectivo.
Frente a esta situación, un gobierno que se autodenomina progresista sostiene un presupuesto de carácter neoliberal. Las partidas asignadas a la educación pública -y a la UdelaR en particular- serán, al final del período, menores en proporción al PBI. Mientras tanto, la Universidad, en su Plan Estratégico 2025–2029, solicita de forma austera y mesurada un incremento del 52%; el Poder Ejecutivo responde con apenas un 1,8%.
¿Qué respuesta construiremos frente a esta contradicción? ¿Qué luchas hemos postergado a fuerza de complacencia ¿Le da lo mismo al estudiantado que su docente gane cada vez menos? ¿Es necesario esperar a una relación absurda entre cantidad de docentes y estudiantes para reaccionar? ¿Será preciso cerrar la puerta de Bulevar por falta de personal TAS para que entremos en razón?
A razón de todo lo expuesto, la Intergremial FADU -mediante una Asamblea General multitudinaria, abierta a toda la comunidad de nuestra casa de estudios- resolvió el pasado viernes 10 de octubre tomar medidas de lucha frente a la falta de respuesta del gobierno, ocupando la sede central desde las 06:00 del miércoles 15 de octubre hasta las 18:30 del jueves 16.
La comunidad FADU no puede permanecer indiferente ante la situación presupuestal de la Universidad de la República. Sin dejar de lado el derecho a la protesta, y buscando contemplar la pluralidad de miradas que caracteriza a nuestra institución, se elaboró un cronograma de actividades que incluye clases en la calle, reparación de mobiliario, talleres de presupuesto, diseño editorial de revistas, encuentros de software libre y conversatorios con el Rectorado de la UdelaR.
Porque ocupar no significa detenerse, sino enfocar nuestras energías en lo verdaderamente importante: la defensa de la educación pública de calidad.
