En el día de ayer , la Cámara de Diputados votó el presupuesto destinado a la Universidad de la República, junto al de los demás incisos de la educación pública como ANEP y UTEC.
Los legisladores aprobaron un conjunto de reasignaciones en el marco de un “presupuesto austero” enviado por el Poder Ejecutivo. Dichas reasignaciones alcanzan unos 500 millones de pesos, de los cuales 285 millones corresponden a la Udelar. También se incluyen fondos para los Parques Tecnológicos de Pando, Rivera y el Clemente Estable, donde la Universidad tiene una activa participación.
De esos 285 millones, se prevé destinar 95 millones a becas estudiantiles, 70 millones a los
Centros Universitarios del Interior, 60 millones al régimen de Dedicación Total y 60 millones al Hospital de Clínicas.
Este avance, aunque modesto, es resultado directo de la lucha sostenida por estudiantes, docentes, funcionarias de la UdelaR. Desde el final del año pasado, al finalizar la confección del Plan Estratégico, nos hemos encargado de salir a las calles a divulgar y resaltar la importancia de esta institución en el desarrollo del conocimiento y la cultura de este país, su potencia para cambiar las dinámicas de vida de la gente, así como de defender los derechos de estudio y trabajo que un presupuesto justo puede garantizar. Llevamos a cabo clases abiertas, talleres, conversatorios, reuniones con legisladores, paros y movilizaciones a lo largo de todo el país que generaron las condiciones para que esta reasignación fuera posible. Si existe un avance, es porque hubo lucha. En este sentido, reafirmamos el acierto de la herramienta gremial como forma de cosechar victorias para lxs trabajadores y lxs estudiantes. Aun así, cabe destacar que este es el primer escalón de una disputa que continúa abierta, pues se trata de un cambio poco sustantivo que necesitará de que continuemos moviéndonos durante el período de discusión en el Senado para consolidar una reasignación más adecuada.
Aun con esta reasignación, el incremento del presupuesto universitario pasaría del 1,8% al 2,8%, una cifra todavía muy por debajo de la inversión que el país necesita y que la Udelar solicitó para garantizar una educación superior de calidad. En esta perspectiva, con este presupuesto seguimos lejos del 6+1 para la educación pública e investigación a fin del quinquenio. Si se lo compara con la evolución del PIB proyectada la conclusión a la que se arriba es que será uno de los presupuestos educativos más bajos de las últimas décadas.
Señalamos que los recursos asignados siguen siendo notoriamente insuficientes.
— Insuficiente para el conjunto de la Universidad, ya que no se prevé el ingreso de nuevos funcionarios TAS, ni se contempla la carrera funcional, imprescindibles para garantizar condiciones adecuadas de estudio y trabajo. Tampoco se destinan fondos para fortalecer las políticas de prevención de la discriminación y el acoso, ni para impulsar programas universitarios que aborden la salud mental en la comunidad universitaria, ni para expandir los programas de cuidados.
— Insuficiente para las becas estudiantiles, ya que cubren apenas un tercio de lo solicitado. Miles de jóvenes seguirán sin poder acceder o continuar sus estudios universitarios.
— Insuficiente para el desarrollo del interior, ya que representa solo el 30% de lo solicitado para 2026 y una décima parte de lo necesario para todo el quinquenio.
— Insuficiente para la Dedicación Total, porque los recursos solo alcanzan para quienes ya están en lista de espera, sin permitir nuevos ingresos este año ni en los próximos.
— Insuficiente para el Hospital de Clínicas, ya que el dinero apenas cubrirá solamente uno de los cuatro programas de salud planificados. Además, deja en suspenso la refuncionalización total prevista para 2030, que incluye infraestructura, equipamiento y modernización tecnológica.
— Insuficiente para la mejora real de los salarios universitarios, para desprecarizar el trabajo docente y TAS. Los salarios seguirán por debajo del resto de Educación Superior de nuestro país.
—Insuficiente para concursos para carreras académicas y funcionales, limitando las oportunidades de ascenso, la renovación generacional y la consolidación de equipos docentes estables y de calidad.
— Insuficiente para el desarrollo de proyectos de investigación y extensión universitaria que favorezcan el aumento de conocimiento en áreas de importancia para el desarrollo (social, económico, cultural) , abordajes comunitarios y la democratización del conocimiento.
Por todo ello, desde la Intergremial Universitaria reafirmamos que la lucha por un presupuesto justo no ha concluido. La próxima etapa en el Senado representa una nueva oportunidad para redoblar la movilización y exigir que se atiendan las reivindicaciones de la comunidad universitaria. En ese sentido, evaluaremos todas las acciones necesarias para lograrlo.
Este martes 28 de octubre seremos recibidos por la Secretaría de Presidencia con el fin de intercambiar acerca de las necesidades presupuestales de la Universidad. Asistiremos con la intención de poner nuestros reclamos en la mesa y defender el envío de un mensaje complementario que refuerce el presupuesto de la educación pública y cumpla con el compromiso histórico del 6% del PBI para la educación pública más 1% para investigación.
El gobierno y el Parlamento cargan con la responsabilidad política de responder a la Universidad pública y de garantizar, con hechos y no con discursos, el derecho de las próximas generaciones a un futuro digno.
Pero también recae sobre nosotros, las universitarias y universitarios y el movimiento popular, la responsabilidad histórica de cuidar la Universidad pública, autónoma, democrática y cogobernada.
Porque lo que está en juego es la capacidad del país de proyectar su propio futuro.
Porque están en juego las condiciones de trabajo, de estudio y la dignidad de docentes, funcionarios y estudiantes.
Porque siguen siendo tiempos, como nos recuerda Bertol Brecht, de defender lo obvio.
14 de Octubre de 2025
Intergremial Universitaria
